domingo, 23 de diciembre de 2012

Portugal: Recortes y privatizaciones por doquier


Las duras medidas de austeridad provocaron el estallido de protestas que hoy parecen amainar, pero nadie sabe por cuanto tiempo

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[RECESIÓN]
Hoy en día la economía lusitana es objeto de preocupación. Posee una de las tasas de desempleo más altas y uno de los PIB más bajos de toda la Unión Europea. Las duras medidas de austeridad, impuestas a cambio del rescate financiero, han llevado a los portugueses al límite de la tolerancia.

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Un grupo de militares portugueses retirados acompañados por SUS familiares durante una protesta efectuada en La Plaza de los Restauradores, en Lisboa contra las medidas de austeridad adoptadas por el gobierno del Primer Ministro Pedro Passos Coelho




El 27 de noviembre pasado el Senado portugués aprobó, luego de dos sesiones con intensos debates, lo que se considera el mayor incremento de impuestos en la historia democrática de Portugal, en el marco del presupuesto para el año 2013 presentado por el gobierno del Primer Ministro Pedro Passos Coelho. Durante la campaña electoral que lo llevó a encabezar el gobierno portugués, Passos Coelho dijo que se encargaría de informar personalmente al país en caso de que hubiera malas noticias. Desde que ganó, ha tenido que hacer eso prácticamente todos los días, anunciando nuevos recortes y ajustes cada vez más fuertes. Y la gran pregunta que todo el mundo se hace es ¿hasta cuándo y qué tanto podrán soportar los portugueses las duras medidas de austeridad?

La verdadera dimensión de la austeridad

Según el presupuesto presentado por el gobierno de Passos Coelho y aprobado por el Parlamento portugués, en 2013 el impuesto sobre la renta pasaría del 9,8% al 13,2%, mientras que en algunos rubros el IVA subiría de 13% a 23%, a la vez que se harían recortes en el gasto público por 3 mil 500 millones de euros, que contemplan despido de empleados del Estado, privatización de activos, y reducción de los montos que perciben los portugueses del seguro por desempleo y pensiones. Todo esto tiene el propósito de llevar el déficit fiscal del actual 6% al 3% exigido por la llamada troika, compuesta por el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo para hacer efectivos los próximos rescates financieros. Este sería el tercer intento, luego de dos planes previos fallidos, de reducir el déficit. Posterior a la aprobación del presupuesto, y como medida complementaria, se anunció la reducción de las indemnizaciones por despidos justificados de 20 a 12 días. Estos nuevos impuestos y recortes, equivalen a la pérdida de un mes de salario anual para cada trabajador.

La calle se enfría. ¿Se acostumbraron los portugueses?

El 15 de septiembre se produjo en Lisboa una de las manifestaciones más grandes en la historia de Portugal. Más de 600 mil personas tomaron las calles y obligaron al gobierno portugués a engavetar una ley que impulsaba una reducción general de sueldos y salarios. El 14 de noviembre, previo a la aprobación final del presupuesto, una huelga general terminó en un estallido inédito de violencia que dejó vidrieras rotas, basura ardiendo en las calles, policías apedreados y 48 heridos. Sin embargo, poco tiempo después, el gobierno luso logró tras la aprobación del presupuesto lo mismo que se proponía con la ley retirada tras las protestas. Y más aún, el anuncio de los recortes de las indemnizaciones por despidos, además de no ser considerado relevante por los diarios al día siguiente, los líderes sindicales apenas se refirieron a ello como una medida inaceptable, sin hacer más nada. Pareciera ser que los portugueses se han resignado a la dura austeridad impuesta desde Bruselas, pero podría ser que es una bomba de tiempo congelada por el invierno que podría estallarle en la cara al gobierno portugués con la llegada de la primavera en 2013.

La austeridad agrava la crisis económica y puede crear más déficit

La economía portuguesa caerá aproximadamente 3% y el consumo privado se reducirá 2%, mientras que el desempleo trepará hasta la cifra récord de 16%, una de las más altas de la Unión Europea. Portugal tiene una característica que es común a muchos países europeos, y es que el Estado juega un papel demasiado relevante en la economía nacional, por lo que las medidas de austeridad, que si bien son necesarias para equilibrar las cuentas en una nación que construyó un Estado de bienestar inviable sin el necesario incremento de la productividad para sostenerlo, también podrían terminar generando una fuerte caída del crecimiento económico, provocando que los lusos entren en un círculo vicioso, ya que mientras más grande y prolongada sea la recesión, más se podría incrementar el déficit.

Ex colonias aprovechan las privatizaciones en su antigua metrópoli

La exigencia de recorte de gastos y de incrementar el flujo de caja en Portugal, para reducir el déficit fiscal, ha puesto al Estado luso a emprender una histórica carrera de privatizaciones de empresas y activos estatales, para reducir el tamaño del sector público al mínimo. Esta carrera se inició el año pasado con la privatización de Energías de Portugal, la mayor compañía eléctrica del país, vendida por 2 mil 700 millones de euros al consorcio chino Tres Gargantas, el cual la utilizará como cabeza de playa para penetrar los mercados en África y América Latina. Pero lo más resaltante es que son dos antiguas colonias portuguesas, Brasil y Angola, países con unas economías pujantes, las que más se están beneficiando de esta ola de privatizaciones en su antigua metrópoli. Grupos de inversión brasileños se encuentran en puja, teniendo altas posibilidades de ganar, en los procesos de privatización de los astilleros de Viana do Castelo y en la licitación de la concesión para operar los diez aeropuertos portugueses; asimismo, el magnate colombo-brasileño Germán Efromovich, dueño de Avianca, espera la aprobación del Consejo de Ministros de Portugal para concretar la compra de la aerolínea bandera portuguesa, TAP. Pero de entre todas estas privatizaciones, hay una que acapara las miradas: la venta de RTP, el canal de TV del Estado y el más importante e influyente del país. El principal candidato y favorito para hacerse con la totalidad o la parte de RTP que se venda, según decida el gobierno portugués, es el grupo empresarial Newhold, originario de Angola, el cual es propietario en Portugal del semanario Sol. 




Publicado en el Semanario 6to Poder / Año 3 Número 116 / 23 de diciembre de 2012

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