lunes, 10 de octubre de 2011

Putin y Medvedev: El orden de los factores no altera el producto

El actual Primer Ministro de la Federación Rusa anunció su candidatura a la presidencia de esa nación

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[ENROQUE]
Dmitri Medvedev, el actual presidente de Rusia, tomará el lugar de Primer Ministro que actualmente ocupa Vladimir Putin luego de las elecciones presidenciales de marzo de 2012, las cuales sin duda ganarán cómodamente

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No importa el cargo que ocupen, ni la silla en la que se sienten, lo único cierto es que Vladimir Putin (izquierda) mantuvo y consolidó su poder en Rusia durante la presidencia de Dmitri Medvedev (derecha)


La incertidumbre que existía dentro y fuera de Rusia sobre la sucesión presidencial llegó a su fin. Mucho se especuló sobre si Vladimir Putin estaría dispuesto a perder el poder que había acumulado durante una década o si se enfrentaría a su aliado el actual presidente Dmitri Medvedev. Lo que parecía una situación digna de una novela de Dostoyevski, en la que todos esperaban que las intrigas y la traición tuvieran lugar, terminó resultando en la develación de un plan preconcebido desde que Putin se vio forzado por la Constitución rusa a abandonar el poder en 2008, por lo menos formalmente, dejando la silla presidencial en manos de su amigo Medvedev, mientras se trasladaba a la oficina del Primer Ministro.
Perpetuarse en el poder
Aún a pesar de que la oposición a Putin y su partido Rusia Unida está creciendo, especialmente en las grandes ciudades como Moscú, donde los residentes pueden recibir información de medios de comunicación independientes a través de internet y la televisión extranjera, y son menos dependientes de las ayudas sociales que el gobierno otorga, no existen rivales dentro de la oposición fragmentada lo suficientemente fuertes para presentarse como alternativa al gobierno actual, por lo que se espera que Rusia Unida obtenga una cómoda mayoría en las elecciones parlamentarias de diciembre y Putin se imponga en las presidenciales que se celebrarán en marzo de 2012, dados sus altísimos niveles de popularidad entre las masas rusas, que lo asocian con el fin de la depresión económica que les trajo hambre, miseria y penurias tras la caída de la Unión Soviética en los años 90. El ex agente de la KGB logró transformar la Rusia postsoviética, altamente caótica y desorganizada durante el mandato de Boris Yeltsin, imponiendo el control del Kremlin sobre la mayoría de los aspectos de la vida pública rusa, reduciendo a la mínima expresión a la oposición, restringiendo significativamente la libertad de prensa y el ejercicio del periodismo y controlando todas las instituciones públicas rusas, especialmente el sistema de justicia, corrupto y con grandes vinculaciones al poder ejecutivo, que actúa como el brazo represivo del poder. Asimismo, con la llegada de Putin a las altas esferas de Moscú, surgió una nueva clase de burócratas, acomodados y adinerados, los cuales son en su mayoría ex agentes de la KGB y funcionarios de la alcaldía de San Petersburgo (donde comenzó la carrera pública de Putin), quienes a la sombra de Putin, y gracias a la falta de independencia de las instituciones públicas, han ganado muchísima influencia, tanta, que es una queja común entre los inversionistas extranjeros que los acuerdos de negocios para ser concretados, siempre deben cimentarse en tener una buena relación personal con estos funcionarios. Lo cierto es que Putin está al frente de Rusia desde 1999, primero como Jefe de Gobierno, luego entre 2000 y 2008 como Presidente, posteriormente como Primer Ministro todopoderoso, y tras la elección de 2012, con el nuevo período de gobierno de 6 años gracias a una reforma constitucional, se abre la posibilidad de que permanezca en el poder hasta el 2024, superando los 18 años en el poder de Leonid Brézhnev y acercándose a los 30 años de Jose Stalin.
El Legado de Medvedev
Con la llegada de Dmitri Medvedev a la presidencia, más allá de actuar como una marioneta política de Vladimir Putin, quien controlaba todo desde la oficina del Primer Ministro, se produjo un viraje respecto a la visión de la política económica rusa implementada durante el período de Putin (ver recuadro destacado). Se privatizaron activos por un monto de 10 billones de US$, los cuales pasaron a manos de inversionistas extranjeros occidentales  durante la crisis económica global. Redujo drásticamente el número de empresa consideradas como estratégicas, eliminó las trabas a la inversión extranjera y colocó a Rusia en la puerta de entrada a la Organización Mundial del Comercio.    
Relaciones Rusia – EEUU
A pesar de que la Guerra Fría terminó hace 10 años, las relaciones que mantiene EEUU con Rusia tendrán un carácter altamente estratégico, más allá de obvias diferencias que en materia de política internacional existen entre ambos. El regreso de Putin a la presidencia de la Federación Rusa, lejos de traer incertidumbre sobre el futuro de las relaciones bilaterales entre los dos gigantes nucleares, las cuales se vieron beneficiadas de una fácil y fraterna relación entre Barack Obama y Dmitri Medvedev quienes prácticamente convivieron juntos sus respectivos períodos presidenciales, seguirán el mismo camino, porque es obvio que Vladimir Putin era el verdadero poder que dirigía Rusia detrás de la presidencia de Medvedev, y es aún más obvio que Putin está a favor de seguir manteniendo las relaciones amistosas con los norteamericanos.
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“Lo diré directamente: Este convenio sobre que hacer en el futuro, ya había sido acordado entre nosotros hace ya varios años atrás” Vladimir Putin, Primer Ministro de la Federación Rusa
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“Por otra parte, nosotros realmente discutimos este posible desarrollo de los acontecimientos en el momento en que conformamos nuestra unión fraternal” Dmitri Medvedev, Presidente de la Federación Rusa
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“Vladímir Putin y Dmitri Medvédev son como hermanos siameses a los que no se puede operar. No se les puede separar. Intentar separarlos inmersos en plena campaña electoral de Rusia Unida o las presidenciales, equivaldría a mandarlos a pique, tanto a unos como a otros” Guennadi Ziugánov, Presidente del Partido Comunista Ruso
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Capitalismo ruso a la Putin
En la década que lleva Putin en el poder, diseñó una versión muy peculiar del capitalismo, en la cual una línea muy delgada separa al gobierno de los negocios privados, encarceló a los magnates que consideraba enemigos o demasiado peligrosos para sus planes de controlar desde el Estado algunos sectores que definió como estratégicos para la economía rusa, entre ellos las compañías petroleras, las cuales, en manos de empresarios amigos al régimen, han logrado que la producción petrolera de Rusia sea hoy en día mayor a la de Arabia Saudita. Su visión de cómo debe entenderse la política económica rusa la elaboró muy bien en una serie de trabajos académicos publicados hasta 1999, donde exponía que Rusia era capaz de crear una gran cantidad de riqueza tras el colapso de la Unión Soviética, gracias a la excelente dotación de recursos naturales con los que contaba, pero que ello sólo sería posible  bajo la dirección de la mano fuerte del Estado. Inclusive sustentó que los nuevos conglomerados económicos rusos que surgirían, bajo la dirección estatal, serían capaces de competir de tú a tú con las grandes empresas multinacionales occidentales. Tras el anuncio de su candidatura presidencial y su posible regreso al Kremlin (del cual en realidad nunca salió), muchos empresarios temen que regresen las disputas entre el deseo del control estatal y la privatización, muy a pesar de ciertas reformas económicas impulsadas durante la presidencia de Dimitri Medvedev (y que contaron con el visto bueno de Putin), las cuales buscaban diversificar la economía rusa, altamente dependiente de las exportaciones de petróleo y gas natural, mediante el fortalecimiento del sector de alta tecnología.

Publicado en el Semanario 6to Poder / Año 2 Número 52 / 2 de octubre de 2011

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