miércoles, 29 de febrero de 2012

Yemen: Abded Rabbo Mansur Hadi presidirá la transición a la democracia

Su antecesor, Alí Abdalá Saleh, fue el cuarto mandatario árabe en salir del poder tras el estallido de las revueltas populares en el mundo árabe

------------------------------------------------------------------------------------------------------------

[PLANIFICADO]
Quien hasta hace poco fuera el vicepresidente del régimen de Alí Abdalá Saleh, fue ratificado en las urnas para tomar las riendas del país de acuerdo con un plan de transición elaborado por el Consejo de Cooperación del Golfo, apoyado por los EEUU y aprobado por la mayoría de los sectores de la oposición yemení

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------





Un nutrido grupo de yemeníes manifiestan su apoyo al candidato presidencial Abed Rabbo Mansour Hadi, cuyo retrato se puede apreciar al fondo, en la ciudad de Saná, la capital de Yemen, un día antes de las elecciones





Este martes se llevó a cabo en Yemen, el país más pobre del Medio Oriente, una jornada electoral en la que 10 millones de yemeníes quienes, evadiendo la violencia que aún no desaparece de las calles de las ciudades de ese país, fueron convocados a las urnas para votar en un plebiscito con el objetivo de apoyar al candidato único pactado entre las fuerzas opositoras y el gobierno para convertirse en el sucesor de Alí Abdalá Saleh, quien no es otro que Abded Rabbo Mansur Hadi, su antiguo vicepresidente.

El cuarto en caer

Alí Abdalá Saleh, quien gobernó Yemen del Norte desde 1978, y todo el país tras su reunificación en 1990. Tras unas largas y sangrientas revueltas populares que estallaron en el mes de febrero de 2011, las cuales no pudo aplacar, primero prometiendo que entregaría el poder en el año 2013 y que no lo traspasaría a su hijo Ahmed Saleh, y posteriormente ejerciendo una represión indiscriminada y masiva contras las manifestaciones opositoras, las cuáles llegarían a su cénit el 3 de junio de 2011, cuando fuerzas tribales opositoras realizaron un ataque con obús contra el Palacio Presidencial ubicado en la capital Saná, en el que Saleh resultó severamente afectado, con quemaduras en 40% de su cuerpo, una hemorragia en el cráneo y un colapso pulmonar, lo que lo obligó a salir del país rumbo a Arabia Saudita para recibir tratamiento médico y permaneciendo allí hasta el 23 de septiembre, cuando se inicia un nuevo proceso de negociación, en el marco de la iniciativa de transición promovida por el Consejo de Cooperación del Golfo que  finalmente le llevó a entregar el poder a su vicepresidente, Abded Rabbo Mansour Hadi el 22 de noviembre de 2011, para luego trasladarse a los EEUU para continuar con su tratamiento médico. Así, Alí Abdalá Saleh se convirtió en el cuarto mandatario de un país musulmán en abandonar el poder como consecuencia de las revueltas árabes, luego de Zine El Abidine Ben Alí de Túnez, Hosni Mubarak de Egipto y Muammar Gaddafi de Libia.

El plan de transición del Consejo de Cooperación del Golfo

Tres veces anunció Alí Abdalá Saleh que firmaría un acuerdo con la oposición para entregar el poder e iniciar una transición política pacífica en Yemen elaborado por el Consejo de Cooperación del Golfo y avalado por los EEUU y la Unión Europea, y tres veces se arrepintió en el último minuto de firmarlo. Pero finalmente terminó firmando el acuerdo el 22 de noviembre de 2011. El mismo contempló el otorgamiento de inmunidad judicial por parte del Parlamento de Yemen a Saleh, sus familiares y altos funcionarios del régimen, el traspaso del poder a su entonces vicepresidente Abded Rabbo Mansour Hadi, quien tuvo que conformar un gobierno de unidad compuesto por 50% de miembros del partido de gobierno, 40% de miembros de la oposición y 10% de otros sectores del país, y la celebración de elecciones presidenciales 90 días después de la firman del documento.

Elecciones con candidato único

Oposición y gobierno en Yemen terminaron acordando que Abded Rabbo Mansour se convirtiera en el candidato de consenso y único contendiente del proceso de votación, por lo que la elección presidencial, para un interinato de dos años, terminó convirtiéndose en un plebiscito, en el que votó un 60% de los 10 millones de yemeníes con derecho al sufragio en ese país, quienes debieron sortear la violencia de los separatistas del sur, y los llamados a boicot de los rebeldes Huthi del norte y de grupos de radicales universitarios. Una de las características más llamativas de esta elección fue el gran número de mujeres que acudieron a votar, y cuyas cifras definitivas se conocerán dentro de varios días.   

Los retos para el nuevo gobierno de Yemen

El principal reto que deberá enfrentar Abded Rabbo Mansour como el nuevo presidente de Yemen será el de deslastrarse de su imagen de cercano colaborador del régimen de Alí Abdalá Saleh para poder garantizarse su estabilidad política al frente del gobierno yemení. Asimismo deberá allanar el camino que haga posible la celebración de unas elecciones legislativas y la redacción de una nueva constitución en la que se incluya a todos los sectores y tribus del país, lograr el restablecimiento de la paz en todo el territorio nacional, mediante el fin de la represión armada y el cese de las manifestaciones en contra del gobierno. También tiene por delante las tareas de reconstruir la economía del país más pobre del Medio Oriente, controlar al movimiento separatista del sur con el que las fuerzas armadas yemeníes combaten constantemente y enfrentar de manera eficaz a la franquicia local de la red terrorista Al Qaeda denominada AQPA, responsable del envío de paquetes bomba a través del correo aéreo a distintas partes del mundo a finales del año 2010.   




----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

"Dios mediante, me marcharé para mi tratamiento (médico) en Estados Unidos y volveré a Saná como jefe del partido Congreso del Pueblo Nacional". 
Alí Abdalá Saleh, ex presidente de Yemen

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

"Nuestra posición sigue siendo la misma. Los problemas de Yemen solamente pueden resolverlos los yemeníes. Las actuales diferencias deben resolverse a través del diálogo". 
Jamal Benomar, Enviado Especial de las Naciones Unidas a Yemen

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------






Un yemení pinta el cuerpo de un compañero con los colores de la bandera de Yemen y las palabras "El nuevo Yemen" durante una protesta para exigir el enjuiciamiento del presidente yemení saliente Ali Abdalá Saleh, en Saná, 1 día después de efectuadas las elecciones presidenciales en ese país




Las organizaciones multilaterales árabes tienen cada vez mayor peso en la resolución de conflictos

Dos organizaciones multilaterales árabes están jugando un papel fundamental en la resolución de las crisis políticas que se han presentado en el Medio Oriente como consecuencia del estallido de las revueltas árabes a principios del año pasado. La primera de ellas, el Consejo de Cooperación para el Golfo, que se encuentra conformada por los seis grandes productores árabes de petróleo de la cuenca del Golfo Arábigo-Pérsico (Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar), jugó un papel fundamental para lograr la entrega del poder por parte de Alí Abdalá Saleh e iniciar una transición pacífica en Yemen, así como garantizar la estabilidad del Rey sunita de Bahréin, Hamad bin Isa al Jalifa, quien enfrentaba una rebelión por parte de la mayoría chíita, alentada desde Irán, y que buscaba derrocarlo. La otra organización es la Liga Árabe, con sede en la ciudad de El Cairo y que agrupa a 22 Estados árabes, que ha tomado la iniciativa para buscar una resolución pronta al conflicto que se vive en Siria, inspirada en lo que realizó el Consejo de Cooperación del Golfo en Yemen. En ese sentido ha enviado varias misiones de observación a Siria con el propósito de constatar el desarrollo de la situación allí, elaborando informes periódicos que han servido de sustento a la presentación de propuestas dentro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pero que no lograron ser aprobadas por los vetos de Rusia y China en su carácter de miembros permanentes. Recientemente, el 16 de febrero, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó una resolución sobre la cuestión en Siria en la que se apoya rotundamente el plan de transición para ese país elaborado por la Liga Árabe y que consiste en que el presidente sirio Bashar Al Assad transfiera sus poderes al vicepresidente, quien deberá formar un gobierno de unidad nacional que dirija al país hacia elecciones libres, y la creación de un régimen de gobierno basado en el multipartidismo.


Publicado en el Semanario 6to Poder / Año 2 número 73 / 26 de febrero de 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario