[VIRAJE]
Si bien el derribo del Muro de Berlín y la caída de la Unión Soviética marcó el final de la Guerra Fría y la más grande derrota del comunismo como sistema antagónico a la democracia liberal y la economía de mercado, ello no implicó la desaparición de las corrientes que luchan contra la hegemonía que ejerce el modo de vida Occidental sobre el resto del planeta. Muchos fueron los candidatos postulados, bien por su poderío militar o su fortaleza económica, a convertirse en el nuevo enemigo de Occidente con EEUU a la cabeza, sin embargo, todos ellos prefirieron acomodarse al estatus quo que tantas ventajas les ofrece. No sería sino tras los ataques terroristas del 11 de septiembre, que el radicalismo islámico llenaría ese vacío y asumiría la bandera de combatir hasta la muerte todo lo que Occidente representa. Y justo al lado de Al Qaeda, la organización modelo a seguir por los terroristas antioccidentales, hay un Estado que lucha por encabezar esta cruzada contra la Civilización Occidental: Irán.
Contención
Desde la caída del Imperio Otomano (hoy Turquía), a principios de siglo XX, Occidente siempre ha tratado de evitar que Irán aumente su influencia en la región, debido a que fueron ellos, en la época del Imperio Persa, quienes dominaron toda la zona antes de los turcos, ofreciendo todo su apoyo a los Estados Árabes, especialmente Arabia Saudita para lograr este propósito. Sin embargo, con Turquía de espaldas al mundo musulmán y concentrada en ingresar a la Unión Europea, con Rusia más concentrada en ampliar su poder e influencia económica en Europa, China más concentrada en resolver sus problemas internos y garantizar el abastecimiento de las materias primas que requieren sus industrias, y EEUU planeando la retirada de tropas de Irak este año y de Afganistán en 2014, el régimen de Teherán ve la oportunidad perfecta para expandir su influencia tanto hacia el este como hacia el oeste, cosa que le había sido imposible hasta ahora por la fuerte presencia militar estadounidense en la región. Aún cuando los EEUU mantengan en la zona a la V flota de la armada ubicada en Bahrein tras la retirada de Irak y Afganistán, se convertirá en el país militarmente más poderoso de la región, aún sin contar (hasta ahora) con el arma nuclear.
La unificación musulmana
La resolución 1929 (2010) del Consejo de Seguridad de la ONU prohíbe toda participación iraní en la extracción de uranio, producción o el uso de materiales y tecnología nuclear
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Relaciones Irán – Venezuela: Amistades peligrosas
Desde Occidente, y especialmente desde los EEUU, se mira con preocupación la estrecha alianza que ha establecido el gobierno venezolano con Irán. Al sol de hoy Venezuela está sirviendo como un atajo a través del cual Irán puede esquivar las sanciones que le han sido impuestas por el desarrollo de un programa nuclear sin supervisión internacional, limpiar activos financieros a través del Banco Internacional de Desarrollo (institución financiera binacional con sede en Caracas), y facilitar el movimiento de militantes islámicos en la región. Las suspicacias a este respecto comenzaron cuando hubo un endurecimiento de la postura venezolana contra Israel, la cual llevó al rompimiento de relaciones diplomáticas, más las cada vez más frecuentes declaraciones antijudías por parte de altos personeros del gobierno venezolano. A su vez, en 2007 se inauguraría una ruta aérea quincenal Caracas – Damasco – Teherán por parte de la línea aérea estatal Conviasa, cuya escala en Teherán sería suspendida el año pasado debido a las múltiples denuncias de que este vuelo era una fachada para facilitar el tránsito de militantes de las organizaciones radicales islámicas Hezbollah, Hamas y Jihad Islámica hacia América Latina con el propósito de recaudar fondos, más los procedimientos misteriosos en el embarque y desembarque de cargamento que se presume es destinado para el programa nuclear iraní. A este respecto las sospechas apuntan a las actividades que los iraníes desarrollan en el estado Bolívar, donde existe una fábrica de tractores alrededor de cuyo perímetro hay una fuerte vigilancia y sobre el cual no se permite el sobrevuelo de aeronaves, más las concesiones para la minería del oro en la zona del Roraima, donde casualmente también están ubicadas las mayores reservas de uranio venezolanas.