[MASACRE]
A finales del mes de marzo el presidente de Siria, Bashar Al Assad, había anunciado que emprendería un proceso de reformas políticas dentro de esa nación, con el objetivo de calmar las manifestaciones populares que en su contra se habían convocado, producto del contagio de las revueltas en Túnez, Egipto y Libia. Sin embargo la promesa de reforma no se concretó, lo cual provocó la intensificación de las manifestaciones en contra del régimen de Al Assad, las cuales han sido brutalmente reprimidas por sus fuerzas de seguridad, provocando 1200 muertos, de acuerdo a reportes de organizaciones no gubernamentales de Derechos Humanos y casi 10 mil desplazados hacía Turquía, según reportes de la Organización de Naciones Unidas. Sin embargo las protestas aún continúan, tomando como mártir al niño de 13 años Hamza al-Khatib, quién murió a manos del ejército sirio, presentando disparos en ambos brazos, el cuello roto y había sido castrado.
¿Por qué no cae Al Assad?
Si bien está es la más grave crisis que se ha presentado en Siria desde el levantamiento de Hama en 1982, son cuatro los factores fundamentales que impiden la caída, por ahora, del régimen sirio: el poder del clan familiar del presidente Al Assad, la unidad de la minoría Alauita (a la cual pertenece la familia de Al Assad), la cual mantiene control sobre el aparato militar y de inteligencia sirios, y el monopolio que ejerce el partido Baaz sobre el sistema político sirio. Y aunque el estallido de la revuelta ha evidenciado las profundas divisiones de carácter religioso y étnico que pudieran amenazar la integridad de Siria como nación en un futuro lejano, (una mayoría sunita con un importante grupo de kurdos, y las minorías chiítas, cristiana y drusa), lo cierto es que mientras no se vea afectado alguno de los 4 factores fundamentales, Al Assad no caerá.
La tibieza del Sistema Internacional
Muchos se preguntan por qué no se ha producido un pronunciamiento más contundente y una acción por parte de quienes integran el Sistema Internacional. Y es que aún cuando ya Francia está realizando movimientos diplomáticos para lograr una condena al régimen sirio que pueda abrir las puertas a una intervención militar, lo cierto es que los actores más involucrados en la estabilidad de la región (EEUU, Turquía, Israel, Arabia Saudita e Irán) se mantienen expectantes a la situación y por lo visto prefieren que se mantenga el status quo con Al Assad en el poder, que enfrentarse a la incertidumbre que un cambio abrupto de régimen traería. Por una parte Irán podría seguir utilizando a Siria como medio de apoyo a los grupos radicales Hezbollah (Líbano) y Hamas (Gaza). Israel, aún preocupado por el futuro político de su vecino Egipto, prefiere a un Al Assad militarmente inferior, pero republicano, que tener que enfrentar a un eventual gobierno de corte islámico encabezado por los suníes. Turquía querría evitar a toda costa el desplazamiento de refugiados kurdos hacia su territorio, mientras que EEUU y Arabia Saudita han estado trabajando para Al Assad firme un tratado de paz con Israel y se aleje de la influencia iraní. Mientras que la OTAN, ya complicada con la intervención en Libia y Afganistán, no quiere agregar un tercer frente de guerra.
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“Es una lástima, pero el presidente de Siria, Bashar Al Assad, probablemente se mantendrá en el poder” Ehud Barak, Ministro de Defensa de Israel
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“En Siria, Irán apoya los ataques crueles del régimen de Al Assad contra manifestantes y ciudades” Hillary Clinton, Secretaria de Estado de EEUU
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Crece el malestar en las filas del ejército
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