La ganadora del Premio
Nobel de la Paz en 1991, obtuvo un escaño en el Parlamento de la nación
asiática
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[TRANSICIÓN]
La activista birmana de 66 años de edad, quien
ha pasado quince de los últimos veintiún años en prisión, encabezó la
aplastante victoria que obtuvo su partido, la Liga Nacional Democrática, en las
elecciones parlamentarias celebradas este domingo, las primeras de carácter
libre y multipartidista desde 1990.
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Aung San Suu Kyi,
Premio Nobel de la Paz en 1991, y líder del partido opositor Liga Nacional por la
Democracia (LND) saluda a sus seguidores junto a la sede de su partido, en
Yangon, Birmania. Aung San Suu Kyi, calificó como una
"victoria del pueblo" el triunfo obtenido por su partido en las
elecciones legislativas parciales celebradas el pasado domingo
El pasado domingo 1 de
abril se celebraron en Birmania, país también conocido bajo el nombre de
Myanmar, unas elecciones parlamentarias en las que estaban en disputa 45
escaños, de los cuales el partido Liga Nacional Democrática (LND), principal
formación de la oposición política en esa nación, encabezada por la activista
de los Derechos Humanos y ganadora del Premio Nobel de la Paz en 1991, Aung San
Suu Kyi, logró ganar 44 de ellos, obteniendo una victoria que sólo puede
calificarse como aplastante. Estas elecciones, que son las primeras de carácter
libre y multipartidista que se efectúan en Birmania desde 1990, forman parte de
los esfuerzos que está realizando la Junta Militar que gobierna ese país del
sudeste asiático desde 1988, para poner fin a las múltiples sanciones
internacionales que le han sido impuestas y romper con su aislamiento del resto
del mundo.
Estas
elecciones no traen cambios, pero abren una rendija
Si bien la victoria de la
LND puede considerarse aplastante, tras haber ganado 44 de los 45 escaños que
estaban en disputa en las elecciones parlamentarias parciales que se celebraron
el pasado domingo, el resultado no traerá cambios en el control del Parlamento.
El Parlamento de Birmania tiene 664 escaños, de los cuales más del 80% se
encuentra bajo el control del Partido Solidaridad de la Unión y Desarrollo, el
cual apoya a la Junta Militar. Los 45 escaños que se eligieron el fin de semana
son producto de vacantes creadas a causa de la promoción de varios
parlamentarios a ministros del gobierno y otros cargos ejecutivos el año
pasado. Sin embargo, este evento tiene una importancia crucial y puede
considerarse un paso al frente en país que ha vivido bajo dictadura militar por
más de 50 años, ya que, entre otras cosas, se le permitió a Suu Kyi recorrer
libremente el país para conseguir apoyo a favor de la LND para estas
elecciones.
Aung
San Suu Kyi, la Mandela asiática
Aung San Suu Kyi es la figura más emblemática de
la oposición política en Birmania. Es la hija de Aung San, héroe nacional,
quien firmó con el gobierno británico el tratado que le otorgó la independencia
a ese país, poco antes de ser asesinado. Graduada de la Universidad de Oxford,
trabajó en la Secretaría General de las Naciones Unidas y se desempeñó como
profesora universitaria en la India. En 1988 decide regresar a su país para
participar en lo que ella denominó como el “segundo combate por la
independencia”, inspirándose en la lucha no violenta de Mahatma Gandhi y la fe
budista que ella profesa, promoviendo así el diálogo, la compasión por los más
necesitados, y la reconciliación entre las distintas etnias del país, que se
encontraban profundamente divididas. Ese mismo año ocurre el levantamiento
8888, manifestaciones multitudinarias ocurridas el 8 de agosto, contra el
régimen socialista que gobernaba ese país desde 1962 y en el que Suu Kyi
emergió como una referencia política nacional. El levantamiento terminó con un
violento golpe de Estado y la instalación de un nuevo gobierno militar llamado
Consejo de Estado para la Paz y el Desarrollo, que convocó elecciones en 1990,
las cuales fueron ganadas ampliamente por el partido de Suu Kyi, la LND. Sin
embargo, los militares desconocieron los resultaron y llevaron por segunda vez
a Suu Kyi a sufrir el arresto domiciliario. En 1991 recibió el premio Nobel de
la Paz por negarse a que la dictadura la dejara huir al exilio a cambio de su
silencio. En 1995 la presión internacional, especialmente de EEUU, forzó su
liberación, pero fue nuevamente arrestada en 1996 por el temor que generaba en
la Junta Militar las multitudes que se congregaban alrededor de su casa a oír
sus mensajes de esperanza cada fin de semana. Desde ese entonces los militares
que gobernaban Birmania trataron de doblegar su voluntad, liberándola un tiempo
y volviéndole a arrestar poco después, buscando aislarla y provocarle
quebrantos de salud. El 12 de noviembre de 2010, poco después de unas
elecciones calificadas por el mundo como farsa y fraudulentas, el gobierno
birmano firmó el decreto de liberación y fin de condena de Aung San Suu Kyi,
que saldría en libertad al día siguiente, hecho celebrado por más de 3 mil
personas en los alrededores de su casa. Transcurrido poco más de un año de su
liberación, y de manera similar como ocurrió con Nelson Mandela, Suu Kyi logró
recuperar todo el protagonismo que alguna vez tuvo en su país, le cual le había
sido arrebatado por la fuerza por una dictadura que quiso silenciar su voz,
pero que nunca logró someter su voluntad. A partir de ahora esa voz podrá oírse
en un parlamento, el cual si bien está muy lejos de ser plural, tras los
comicios del pasado domingo, abren un nuevo camino de esperanza para Birmania.
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"Esta elección es un
paso importante en la transformación democrática de Birmania, y esperamos que
sea una muestra de que el Gobierno de Birmania tiene la intención de continuar
por el camino de una mayor apertura, transparencia, y la reforma".
Comunicado Oficial del Gobierno de EEUU
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"Lo que importa no es
tanto el número de escaños obtenidos, aunque estamos, por supuesto, muy
satisfechos de haber ganado tantos, sino por el hecho de que la gente muestre
tanta entusiasmo en su participación en el proceso político democrático".
Aung San Suu Kyi
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Objetivo
de la Junta Militar: Librarse de sanciones y acabar con el aislamiento
Muchos se estarán
preguntando por qué la Junta Militar de Birmania permitió la celebración de
elecciones libres sabiendo que iba a ganar tan ampliamente la oposición. La
respuesta es que desde finales de 2010, tras haber recibido una amplia condena
mundial debido a la manipulación tan evidente que realizó la Junta del proceso
electoral que hizo ese año, los militares que gobiernan ese país iniciaron un
proceso de negociación con EEUU y la Unión Europea para romper el prolongado
aislamiento internacional al cual han sido sometidos por décadas y levantar las
pesadas sanciones impuestas en su contra. Así, en poco más de un año, el
régimen ha liberado a centenares de presos políticos, realizó un alto al fuego
con los rebeldes de la etnia Karen, aceptó negociar con otros grupos étnicos
rebeldes, e impulsó normas sobre libertad de prensa que han favorecido la
aparición de nuevos periódicos y revistas. Esto le permitió recibir la visita
de la Secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, en diciembre del año
pasado, obteniendo la promesa del restablecimiento de relaciones diplomáticas y
la apertura de embajadas, por una parte, y por la otra, que la Unión Europea
levantara en febrero la prohibición a sus funcionarios de viajar a Birmania. En
el marco de este proceso gradual de apertura al mundo, el gobierno militar
había prometido que las elecciones del pasado domingo serían libres, justas y
con presencia de observadores internacionales, cosa que al parecer cumplió.
Publicado en el Semanario 6to Poder / Año 2 Número 79 / 8 de abril de 2012
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