miércoles, 7 de septiembre de 2011

Libia: Gaddafi se esconde como una rata

La toma de Trípoli por parte de los rebeldes libios hirió de muerte al antiguo régimen

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[DERROCADO]
Tras más de 6 meses de enfrentamientos, el Consejo Nacional de Transición logró hacerse con el control de la capital libia. Al reto de lograr la estabilidad de la nación, se le suma el poder capturar a Gaddafi, cuyo paradero se desconoce

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Mustafá Abdul Jalil, quien se desempeñó como Ministro de Justicia del régimen de Muamar Gaddafi, renunció a pocos días del estallido de la revuelta popular y desde el 5 de marzo preside el Consejo Nacional de Transición en Libia

El 15 de febrero de este año, una manifestación a favor de un preso político detenido en una cárcel de Bengasi, provocaría el estallido de la revuelta popular libia, recibiendo una respuesta tan violenta por parte del régimen de Muamar Gaddafi para reprimirla, que terminaría provocando la aprobación  de la resolución 1973/2011 del Consejo de Seguridad de la ONU, la cual autorizaría el uso de la fuerza militar por parte de la OTAN para permitir el avance rebelde. Sin embargo, y a pesar de unos buenos avances iniciales, el conflicto llegó a un punto de estancamiento producto de las divisiones en los mandos de la OTAN sobre las estrategias a implementar y la inexperiencia de los rebeldes libios en el combate militar, por lo que se llegó a manejar la posibilidad de llegar a una solución negociada. Y cuando está posibilidad cobraba mayor fuerza, los rebeldes dieron inicio a una contraofensiva, la cual hace 10 días, de manera sorpresiva, logró el control de la capital Libia, Trípoli,  y forzando a Gaddafi y su familia a huir y esconderse luego de controlar el país con puño de hierro durante 42 años. Al momento de escribir estas líneas se juega un complejo ajedrez en el cual Gaddafi, ya derrocado, cuenta con muy pocos peones al servicio de su causa, mientras que el bando rebelde, quienes ya controlan casi todo el país, le amenazan constantemente poniéndolo en jaque, pero sin terminar de darle el mate final.

Las lecciones de Irak

Aún cuando la presencia de tropas terrestres de la coalición militar liderada por la OTAN pudiera haber concretado de manera mucho más expedita una resolución favorable del conflicto libio, la sombra de la experiencia estadounidense en la intervención militar en Irak desde 2003 siempre estuvo presente. Por ello, se decidió limitar el apoyo táctico a los rebeldes a operaciones aéreas, de modo que fueran ellos mismos quienes tomaran el poder en Libia y así dotar de mayor legitimidad a un gobierno post Gaddafi. Del mismo modo, se buscaba reducir al mínimo posible las bajas militares que pudieran ocurrir, con el propósito de disminuir una eventual reacción negativa de la opinión pública y los electores de cada uno de los países que conforman la coalición ante la perdida de vidas de sus compatriotas en un conflicto que pueden sentir que no es suyo.

Los retos para el Consejo Nacional de Transición

Quizás el reto más fundamental para el Consejo Nacional de Transición libio (CNT) sea el de lograr la estabilidad del país, mediante la garantía de representatividad a las distintas tribus que hacen vida dentro de Libia y así evitar el surgimiento de conflictos posteriores. La estabilidad también pasa por iniciar la reconstrucción de las infraestructuras y la provisión al cien por ciento de los servicios públicos que se vieron afectados por el desarrollo de los combates, más la disponibilidad de dinero que garantice el abastecimiento de alimentos y el pago a los funcionarios públicos, para lo cual, además de necesitar de los fondos disponibles en las reservas internacionales, deberán reabrir la producción petrolera y llevarla a los niveles anteriores al inicio del conflicto, lo cual les podría tomar hasta 18 meses. Finalmente, y quizás el reto más complicado, será el lograr el reconocimiento de sus vecinos de la Unión Africana, muchos de cuyos gobernantes recibieron financiamiento por parte del régimen de Gaddafi y eran sus amigos personales.

¿Y Gaddafi qué?

Hasta el día de hoy se desconoce el paradero de Gaddafi. Todo parece indicar que él no estaba preparado para enfrentar una situación como esta. De hecho, su temor a terminar como Saddam Hussein le llevó a negociar con Occidente en 2003 y desmantelar su arsenal misilístico, el cual, de haber contado con él, hubiera provocado un resultado diferente al de hoy. Sin embargo la realidad es otra y hoy en día Gaddafi se encuentra huyendo, quizás buscando la manera de salir de Libia hacia algún país amigo, como el vecino Chad, y exiliarse allí o huir hacia otro país amigo como Venezuela, Sudáfrica, Zimbabwe o Nicaragua. Del mismo modo se puede pensar en la posibilidad de que Gaddafi se deje capturar y sea trasladado a La Haya a cambio de garantías a favor de su familia, primero, por temor a sufrir una venganza durante un posible juicio en Libia por parte de los rebeldes y en segundo lugar, para aprovechar la tribuna e involucrar en crímenes de lesa humanidad a miembros del CNT que formaron parte de su gobierno.                       



Los rebeldes libios celebran la toma del complejo Bab Al-Aziziya, principal cuartel militar de Trípoli y donde se encontraba ubicada la residencia de Muamar Gaddafi


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"No nos rendiremos. No somos mujeres. Nos mantendremos luchando. Las tribus de las montañas de Sirte están todas armadas y el balance de poder es igual. Todos estamos armados" Muamar Gaddafi

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De acuerdo a cifras ofrecidas por las fuerzas rebeldes, van 50 mil muertos entre civiles y combatientes desde el inicio del conflicto en Libia

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Un rebelde pisa un retrato de Muamar Gaddafi en el Hotel Rixos de Trípoli, luego de liberar a los periodistas extranjeros que se encontraban cautivos allí


Siria: Bashar Al Assad prevenido al bate

La toma de Trípoli por parte de los rebeldes libios tuvo repercusiones en Siria, donde se vive la revuelta popular más importante de su historia, mucho mayor a la ocurrida en la ciudad de Hama en 1982. Las manifestaciones se han multiplicado a lo largo y ancho de las ciudades sirias más grandes, incluida Damasco, la capital, aún a pesar de la cruda represión armada por parte de las fuerzas de seguridad del régimen de Bashar Al Assad. Pero será muy difícil que se produzca una intervención militar en Siria similar a la ocurrida en Libia, ya que estos cuentan con un ejército mucho más poderoso y profesional, el apoyo irrestricto de Irán, importantes vínculos con Rusia, e influencia sobre los grupos radicales Hamas, Hezbollah y Jihad Islámica, los cuales tienen como objetivo la destrucción del Estado de Israel. Sin embargo, el incremento del malestar entre diversos jefes militares y el aumento de las deserciones, no sólo entre las tropas rasas, sino también entre los rangos medios y altos, por negarse a disparar contra los manifestantes, orden que de ser incumplida, es penada con la ejecución, indican que la solución vendrá por otra vía, ya que el control sobre el aparato militar y de inteligencia en Siria, junto con el poder del clan Al Assad y la minoría Alauita tienen a través del monopolio que tiene el partido Baaz sobre el sistema político sirio, son los pilares fundamentales de la estabilidad del régimen, por lo que podemos esperar que de incrementarse los malestares y enfrentamientos dentro de la cúpula militar, un bando del ejército se ponga del lado de los rebeldes, pudiendo intentar derrocar a Al Assad mediante un golpe de Estado.




Publicado en el Semanario 6to Poder / Año 1 Número 48 / 4 de septiembre de 2011

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