La solicitud será presentada al inicio del 66° período
de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas
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[UNILATERAL]
A
nivel global existe toda una competencia diplomática relacionada con el pedido
formal del estatus de Estado para Palestina, tanto entre quienes están a favor
de ello, como entre los que buscan frenarlo-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
El presidente de EEUU, Barack Obama, ve al Primer
Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu (izquierda), estrechar la mano del
Presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas (derecha)
Se tiene previsto que el
próximo 20 de septiembre Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional
Palestina (ANP), solicite de manera unilateral, ante la Organización de
Naciones Unidas el reconocimiento de los territorios palestinos como Estado,
para lo cual ha llevado a cabo una intensa ofensiva diplomática, especialmente
entre países árabes, que le ha permitido hasta la fecha obtener el
reconocimiento del Estado Palestino y a la ANP como su legítimo representante
por parte de 122 países (podría incrementarse a 150 al momento de la
introducción de la solicitud). Mas el lograr el reconocimiento pleno como
Estado en el marco de Naciones Unidas no es un trámite sencillo y la decisión
palestina de emprender esta acción de manera unilateral genera temores ante las
posibles consecuencias que una decisión dividida en la ONU pudiera causar.
El
proceso de reconocimiento
Para que un Estado pueda
convertirse en un miembro con plenos derechos dentro de la ONU, su solicitud
tiene que ser avalada en primera instancia por el Consejo de Seguridad, que
debe elevar su recomendación favorable ante la Asamblea General, la cual deberá
aprobarla con el voto favorable de las dos terceras partes de sus miembros,
según lo establecido en los artículos 4 y 18 de la Carta de Naciones Unidas.
Sin embargo, en el caso palestino, se espera que los EEUU ejerzan su poder de
veto dentro del Consejo de Seguridad para impedir que Palestina logre su
objetivo, por lo que es sumamente probable que la ANP se enfoque en presentar
la solicitud de manera directa ante la Asamblea General. En este caso, sólo
podría obtener el estatus de Estado Observador, lo cual le permitiría formar
parte de organizaciones especializadas del sistema de Naciones Unidas como la
Organización Mundial de la Salud o la UNESCO.
Los
temores
En el caso de que el plan
de Mahmoud Abbas resulte en un escenario dividido, es decir, una negativa del
Consejo de Seguridad a su ingreso como miembro pleno de la ONU y que la
Asamblea General le asigne el estatus de Estado Observador, puede que se
complique aún más la situación de Israel frente a sus vecinos de la región, y
provoque el inicio de una nueva escalada de violencia, especialmente tras los
incidentes entre Egipto e Israel, tras la muerte de agentes de seguridad
egipcios a causa de un bombardeo israelí en la Península del Sinaí, y el ataque
contra la embajada israelí en El Cairo por parte de manifestantes radicales
islámicos, que obligó al desalojo del personal diplomático; y tras el aumento
de las tensiones entre Turquía e Israel, que rompieron relaciones diplomáticas
y suspendieron la cooperación militar, producto del informe de la ONU sobre el
asalto israelí a la flotilla “Libertad”, la cual llevaba ayuda humanitaria a la
Franja de Gaza, territorio controlado por Hamas, grupo extremista islámico,
violando el bloqueo naval que Israel mantiene en el área para evitar la llegada
de armas o materiales que puedan ser utilizados por Hamas para atacar a Israel.
Es por ello que EEUU, la Unión Europea y la Secretaria General de Naciones
Unidas están presionando a la ANP para que se abstenga de presentar la
solicitud unilateral de reconocimiento como Estado ante la ONU, y regrese a las
negociaciones junto a Israel, con la mediación de EEUU, en concordancia con lo
establecido en los Acuerdos de Oslo de 1993 y sus documentos y protocolos adicionales
firmados posteriormente por las partes.
La
estrategia de Mahmoud Abbas
Aún
cuando el mundo reconoce en Mahmoud Abbas y la ANP a los legítimos
representantes del pueblo palestino, y que bajo su mandato se ha logrado una
mayor fluidez en las relaciones y comunicaciones tanto con Israel como con los
EEUU que en el período de su antecesor, Yasser Arafat, hay que tener en cuenta
que la ANP sólo controla precariamente los territorios palestinos ubicados en
Cisjordania, y que su partido, Al Fatah, de carácter laico, y que en los
últimos años ha tratado de optar por una solución negociada con Israel,
mantiene fuertes diferencias con otros grupos que hacen vida dentro de
Palestina y que se niegan a reconocer al Estado de Israel, debido al trasfondo
religioso que los movimientos militantes islámicos le han dado al conflicto,
especialmente Hamas, quienes dieron un golpe de Estado en 2007 para obtener el
control de la Franja de Gaza. Recientemente Hamas y Al Fatah iniciaron
conversaciones en pro de una posible reconciliación, por lo que pareciera que
el movimiento unilateral para lograr el reconocimiento del Estado Palestino sin
negociación previa con Israel, busca calmar a los radicales que dentro de
Palestina ven a Mahmoud Abbas como alguien demasiado moderado frente a Israel.
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“La petición ante la ONU tiene como finalidad conseguir el derecho de la autodeterminación para el pueblo palestino de la misma manera que lo tienen el resto de los países” Mahmoud Abbas, Presidente de la ANP
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"Apoyaremos cualquier
cosa que ayude a crear negociaciones directas entre palestinos e israelíes,
pero nos opondremos a cualquier cosa que lo evite" Barack Obama,
Presidente de EEUU
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“Si la Autoridad Palestina simplemente dijera que
reconoce a Israel como un Estado judío bastaría para acabar con el conflicto”
Benjamín Netanyahu, Primer Ministro de Israel
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Conferencia
de Durban III sobre el Racismo
Paralelo al inicio del 66°
periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, se celebrará la
III Conferencia sobre Racismo de la ONU, mejor conocida como la Conferencia
Durban III, con motivo del décimo aniversario de la conferencia original
celebrada en la ciudad de Durban, Sudáfrica, entre el 31 de agosto y el 8 de
septiembre de 2001. El propósito original de la conferencia era el debate y
diseño de acciones internacionales contra el racismo, la discriminación y la
xenofobia, sin embargo, esta se desvió de su propósito original, y, dadas las
marcadas divisiones sobre los temas de antisemitismo, colonialismo y
esclavismo, terminó convirtiéndose en una tribuna para condenar y acusar a un
solo país: Israel. Durante la segunda conferencia, realizada en abril de 2009
en Ginebra, se produjo el retiro de 23 delegaciones, tras un discurso del
presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, en el que acusó a EEUU, Europa e
Israel de desestabilizar al mundo entero y decir que Israel había sido creado
“bajo el pretexto del sufrimiento judío durante la II Guerra Mundial”.
Asimismo, se espera que para este año EEUU, Canadá, la mayor parte de los
países europeos, Australia, Israel, y otros países de América, Asia y Oceanía
no envíen delegaciones a la Conferencia en protesta por haberse desvirtuado el
propósito original de la misma.
Publicado en el Semanario 6to Poder / Año 1 Número 50 / 18 de septiembre de 2011
