[EMERGENCIA]
La vida de millones de personas se encuentra en riesgo en la región del Cuerno de África, debido a que enfrentan la más dura sequía en su historia desde la década de 1950, mientras que hasta la fecha se contabilizan miles de muertos producto de la hambruna, las enfermedades y la violencia. La Organización de Naciones Unidas estima que necesitará 2,6 millardos de dólares para poder hacer frente a la crisis en la zona, mientras que el Banco Mundial y los EEUU han donado 500 millones y 431 millones de dólares respectivamente en ayuda alimentaria en lo que va de año. Sin embargo muchos expertos, dadas las características de la región, ya habían advertido a los líderes mundiales sobre la probabilidad de que esta situación ocurriera y por tanto, pudo haberse evitado.
La causa inmediata: El clima
Por dos años consecutivos las lluvias no han sido lo suficientemente abundantes como para aliviar a las zonas más áridas del Cuerno de África, fundamentalmente como consecuencia del cambio climático y el calentamiento global, los cuales han causado sequías más prolongadas y lluvias cada vez más inestables e impredecibles. Allí, las reservas de agua son tan escasas que la producción agrícola apenas existe, por lo que sus habitantes, dedicados al pastoreo, llevan una vida nómada o seminómada, movilizándose grandes distancias acompañados de sus rebaños de camellos, vacas, ovejas y cabras en búsqueda de pastizales verdes para alimentarlos. Sin embargo, debido a la falta de lluvia, los mismos son cada vez más escasos, lo que termina provocando la muerte de los rebaños y la consiguiente hambre entre las comunidades.
Las fronteras coloniales
La mayoría de las tribus que habitan el Cuerno de África, como dijimos anteriormente, son pastores nómadas que desde hace miles de años movilizaban sus rebaños de acuerdo a la disponibilidad de tierras donde sus rebaños puedan pastar, lo cual se encuentra vinculado a las lluvias, las cuales son sumamente inestables y altamente impredecibles. Sin embargo la existencia de fronteras nacionales, herencia de la colonización europea, y por tanto ajena a la realidad étnico-cultural africana, más el establecimiento de agricultores sedentarios, impiden a los pastores movilizarse libremente, convirtiéndose en un factor exacerbante del hambre en la zona.
Los factores demográficos y sociopolíticos
Abdifatah Hassan, de 11 meses de edad, es uno de los muchos niños que sufre de malnutrición severa en el campamento de refugiados de Dadaab
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La UNICEF estima que la crisis en el Cuerno de África amenaza de manera directa la vida de 2 millones de niños
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Según cálculos del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, 2000 somalíes cruzan diariamente la frontera hacia Etiopía, mientras que 1200 por día llegan a los campamentos de refugiados en Kenia
Un soldado de la milicia islámica Al Shabaab, camina entre mujeres que esperan por raciones de alimento en un campo de refugiados en Somalia
La fatiga de la ayuda
Este tipo de situaciones de emergencia en la que las hambrunas son las protagonistas, se han ido repitiendo constantemente durante décadas en el continente africano desde que se iniciara el proceso de descolonización por parte de las potencias europeas. En lo que se refiere a esta situación en particular, con una nueva crisis económica en las puertas de los principales proveedores de ayuda económica a la región, EEUU y la Unión Europea, y con la amenaza de que esta se vuelva global, lleva a pensar que esta emergencia no tendrá solución inmediata posible, reabriendo el debate sobre la utilidad de los programas de cooperación en África y por cuanto tiempo estos pueden ser sostenidos, lo cual se conoce en el mundo académico como “la fatiga de la ayuda”. Así, aumenta la presión sobre los países africanos en general y los del Cuerno de África en particular para que, tanto como incrementan la presión para conseguir recursos para paliar la crisis y estas no se conviertan en tragedias, se condiciona la entrega de recursos a que estos diseñen soluciones sostenibles en el tiempo para enfrentar las frecuentes sequías y evitar nuevas hambrunas.
Publicado en el Semanario 6to Poder / Año 1 Número 46 / 14 de agosto de 2011
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