La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ha recorrido un largo camino desde su fundación en 1949. En aquel entonces, sus 12 miembros originales, en su mayoría europeos y bajo la protección de los EEUU, se proclamaban los defensores del mundo libre y trataban a toda costa de que sus fronteras se mantuvieran a salvo de la amenaza comunista. Sin embargo, una vez que cayó el Muro de Berlín en 1989 y se derrumbó la Unión Soviética en 1991, entró en un largo proceso evolutivo. Su primera intervención militar se produjo en 1995 en Bosnia, cuando encabezó una fuerza multinacional de 60.000 efectivos para el mantenimiento de la paz en la ex república yugoslava. Luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York la nueva amenaza para la seguridad internacional tendría nombre y apellido: el terrorismo islámico, y la prioridad para su combate se centraría en Afganistán. A partir de allí la OTAN se desplegará a lo ancho y largo del mundo con 135 mil efectivos repartidos en Afganistán, Kosovo e Irak. Esto forma parte del proceso de remodelación de la alianza después de terminada la Guerra Fría que van unidos a una expansión territorial que crece al mismo ritmo de la Unión Europea y que hoy por hoy llega hasta la frontera rusa.
Los logros de Lisboa
En el encuentro de Lisboa, la OTAN aprobó un nuevo concepto estratégico para 10 años, el cual contempla la posibilidad de actuación de la alianza en cualquier parte del mundo donde la seguridad internacional se encuentre amenazada y definió como sus nuevos retos un combate más efectivo al terrorismo, las ciber-amenazas, la piratería en alta mar y el narcotráfico. Sin embargo el logro más relevante de la cumbre de Lisboa es que por primera vez en la historia Rusia y la OTAN acordaron que ya no se considerarán como una amenaza mutua y colaborarán entre sí para defenderse, enterrando así la tensión surgida luego de la intervención rusa en Georgia en 2008, y dejando atrás de manera definitiva los fantasmas de la Guerra Fría. Los ex-enemigos acordaron trabajar en un escudo de defensa misilístico que será capaz de interceptar misiles balísticos de largo alcance lanzados desde el Medio Oriente o Corea del Norte, asimismo se acordó intensificar la colaboración de Moscú con la OTAN en las labores militares en Afganistán.
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"Un período de tensas y difíciles relaciones ha sido superado" Dmitri Medvedev, presidente de Rusia
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"La OTAN considera hoy a Rusia como un socio, no como un enemigo" Barack Obama, presidente de los EEUU
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Posible retirada de tropas de Afganistán en 2014
Publicado en el Semanario 6to Poder / Año 1 Número 9 / 28 de Noviembre de 2010
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