[INTERVENCIÓN]
El 17 de marzo el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas decide aprobar, con una votación de 10 países a favor y 5 abstenciones, una resolución con motivo del incumplimiento por parte de las autoridades del régimen libio, de las exigencias del cese inmediato de la violencia y la implementación de medidas destinadas a satisfacer las legítimas demandas de la población, realizadas por este organismo con antelación. Dicha resolución sería una sorpresa para los rebeldes libios y un balde de agua fría para el régimen de Gaddafi.
De la inacción a la acción
Hace 2 semanas, lo que se conoce como la comunidad internacional, se encontraba en una fase de inacción y decidían no involucrarse activamente en el conflicto y permanecer sin hacer nada, tal como lo demostrarían primero en la Cumbre extraordinaria de Jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea y posteriormente en la Cumbre del G-8, lo que le daría la motivación a Gaddafi para plantear una contraofensiva que le permitió avanzar en 6 días hasta la entrada del bastión rebelde en el este de Libia, la ciudad de Bengasi. Y esta rápida ofensiva, que fue posible gracias a la desunión de las fuerzas opositoras del oeste y del este y a su baja capacidad ofensivo-estratégica en comparación con las fuerzas élite que permanecieron leales a Gaddafi, provocó el temor de que una vez que Gaddafi retomara el control de la totalidad de Libia volviera a las malas andadas y se aliara nuevamente con el terrorismo internacional. Esto motivó una ofensiva diplomática por parte de EEUU, Gran Bretaña y Francia que lucharon por activar el mecanismo institucional del Consejo de Seguridad, y el que hayan logrado el apoyo de la Liga Árabe, impidió que Rusia y China optaran por la abstención en lugar de vetar la resolución.
Los detalles de la Resolución 1973/2011
La resolución que autoriza el uso de la fuerza contra las tropas leales a Gaddafi es mucho más amplia de lo que se esperaba y permite toda clase de ofensiva militar, a excepción del despliegue de tropas terrestres, para impedir amenazas contra los civiles. En primer término autoriza a la coalición a tomar “todas las medidas necesarias para proteger a los civiles” bajo amenaza de ataque, “incluyendo Bengasi”, acompañada de una zona de exclusión aérea, la cual impedirá al régimen libio el uso de cualquier clase de aeronave para bombardear enclaves rebeldes o trasladar tropas y armamento, mediante el derribo de los mismos.
Operación “Odisea al Amanecer”
Las revueltas en el mundo musulmán
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